Estándar MyMicrobiome 24.10 - Microbioma nasal

Garantiza la mayor pureza microbiológica posible del producto para el cuidado nasal. Primero se examina el producto para detectar contaminación por mesófilos y microorganismos aeróbicos, es decir, bacterias, levaduras o mohos (TAMC y TYMC). Para productos nasales, el límite es ≤ 1 x 10² ufc/g o ml.

El producto de cuidado no debe alterar el equilibrio entre el germen comensal S. epidermidis y el germen dañino S. aureus . El producto se añade a un cocultivo con ambos gérmenes durante un tiempo determinado y luego se compara la proporción de los dos microbios con el grupo de control no tratado. El equilibrio no debe cambiar a favor de S. aureus bajo la influencia del producto.

Se cultivan los microbios clave típicos de la nariz. Para el estándar 24.10 se trata de M. catarrhalis, S. epidermidis, C. acnes y C. striatum.

Se añade un cocultivo de todos los gérmenes al producto que se va a probar y se compara el cambio en la diversidad con el grupo de control no tratado. La diversidad del microbioma nasal debe mantenerse en términos de los microbios clave más importantes.

Un producto para la nariz respetuoso con el microbioma no sólo debe mantener la diversidad, sino que tampoco debe ser perjudicial para el crecimiento de los microbios. La prueba simula el contacto con la piel en un modelo. Cada germen clave entra en contacto directo con el producto. En otro Modelo, el germen se cubre con una capa de agar y se aplica sobre él el producto de cuidado que se va a analizar. Esto simula la posible penetración del producto en capas más profundas de la mucosa. El crecimiento microbiano de los dos enfoques se compara con el grupo de control no tratado. No se deben observar cambios significativos.